jueves, 30 de diciembre de 2010

SALUDO DEL HIJO DEL GRL LUCIANO B MENENDEZ

  
Para esta fecha yo tendría que mandarles un especial saludo deseándoles felicidad, paz y prosperidad. Pero esta vez no estoy de ánimo para eso…
 
Por el Cnl Mariano J. Menéndez

   
 Mis queridos camaradas y amigos:

Espero fervientemente que el Niño Jesús nos bendiga a todos, pero cuando veo que nuestra Patria se ha convertido en el botín de los delincuentes, estafadores, narcotraficantes y ex guerrilleros que con su mejor cara de sinvergüenzas nos manejan a su antojo hacia el desastre, cuando veo la pasividad e hipocresía de los argentinos que hace treinta años nos pedían que resolviéramos la guerra revolucionaria y devolviéramos la paz a la Nación y hoy, se horrorizan y nos juzgan por haberles dado esa paz, mientras se dejan pisotear por bandas de delincuentes que dirigidos por esta parodia de gobierno, ocupan y matan, patotean, ensucian y se sirven de nuestro esfuerzo para sus negocios, cuando veo que los mismos argentinos a los que evitamos a costa de vidas y desvelos, ser presas de la más terrible dictadura que conoció el mundo, nos dan vuelta la cara porque es “políticamente correcto” aguantar todos los desmanes y “tolerar” que destruyan poco a poco nuestra patria, agrediendo a la familia, a la iglesia, a las instituciones, a los que trabajan y producen….entonces no puedo decir que ésta va a ser una “Feliz Navidad”.

De todas maneras, pido al Niño Dios y a Su Santísima Madre que perdonen tanta cobardía, tanta falsedad y Bendigan una vez más a esta Argentina que se dejó asaltar otra vez…

Un abrazo

Cnl Mariano J. Menéndez

miércoles, 29 de diciembre de 2010

ALEGATO DEL GENERAL LUCIANO B. MENÉNDEZ

El jueves 22 de diciembre, el General Luciano Benjamín Menéndez volvió a hacer uso de la palabra en el juicio Oral y Público que ese mismo día terminaba en Córdoba. Menéndez sabía como casi todos, que la sentencia estaba cantada.
  
Quizás por eso no le sorprendió, si bien el dolor que como militar de pura cepa lleva en su corazón es grande.

A pesar de eso, y en vísperas de la Navidad, una vez más el ex Comandante del III Cuerpo del Ejército miró a todos a los ojos y con la frente en alto, porque está convencido que ha cumplido con su deber de soldado, leyó su alegato que sin duda, será parte importante de la historia argentina.

Esa misma tarde le dictaron nuevamente prisión perpetua. A continuación las valientes palabras de Menéndez para que usted saque sus propias conclusiones y el pedido otra vez en esta Navidad, que el Niño Dios nos traiga verdadera justicia y paz a todos los argentinos


ALEGATO DEL GENERAL LUCIANO B. MENÉNDEZ

Han desfilado por este tribunal cien testigos.

Todos o casi todos ellos y las supuestas víctimas eran en 1974/75, militantes de alguna de las organizaciones ilegales que en ese entonces asolaban nuestro País. Eran pues, combatientes.

Esto demuestra que las FFAA nunca atacamos a población civil, por lo cual aún si fueran ciertos los crímenes que se nos achacan, no podrían ser calificados de Lesa Humanidad y estarían prescriptos a la fecha.

Todos o casi todos los presos fueron juzgados por un juez federal y condenados por él.

Pero ninguno de ellos explica el verdadero motivo de su detención, aunque el solo hecho de su militancia en una organización ilegal ya era un delito y la sentencia del Juez confirmó que habían participado en alguna acción armada.

Los sentenciados por el Juez cumplieron su condena y salieron en libertad.

Por otra parte, al pertenecer al enemigo, como uno de los testigos nos llamó, su testimonio no puede aceptarse por estar viciado de nulidad por la evidente parcialidad que muchos testigos se encargaron de exhibir ante el Tribunal. Además puedo preguntarme porqué se nos juzga a nosotros cuando un juez los condenó a ellos y fue un asunto legalmente terminado. Ahora vuelve a empezar, pero son los revolucionarios del 70 quienes nos acusan por haberlos condenados en 1975.

Otra cosa que campea en las declaraciones de los testigos y en las expresiones de los abogados de la querella, es la confusión y la fusión que hacen los nombrados entre la Guerra Contrarrevolucionaria y el Gobierno Militar, pretendiendo que ambas cosas son lo mismo y que fueron absolutamente contemporáneas. Con este cambio de fechas y propósitos, ellos arguyen que los terroristas del 70 actuaron en defensa de la democracia puesto que se oponían a un gobierno de facto, y pretenden que los militares desde el gobierno los perseguían por pensar distinto o, como alguno de los testigos y ex preso dijo con singular soberbia, simplemente por pensar.

La realidad es que un año antes del 24 de marzo del 76, el gobierno electo constitucionalmente nos ordenó a las FFAA, de Seguridad y Policiales aniquilar a la subversión en Tucumán y seis meses después ese mismo gobierno nos ordenó aniquilar la subversión en todo el territorio nacional. La Guerra Contrarrevolucionaria pues, empezó un año antes que el gobierno militar, y los procedimientos usados por las FFAA y de Seguridad y Policiales no cambiaron en nada antes y después del 24 de marzo, simplemente porque eran los que las Leyes y Reglamentos militares prescribían para luchar contra el terrorismo marxista. Nuestros enemigos fueron los terroristas marxistas, como quedó demostrado por los testigos que desfilaron frente al tribunal, y jamás se persiguió a nadie por sus ideas políticas nacionales.

Pero para demostrar la falacia de quienes ahora pretenden haber sido jóvenes idealistas que luchaban por la democracia, nada mejor que citar las palabras de los guerrilleros a quienes derrotamos:

Caparrós -montonero- dice: La subversión marxista -o más o menos marxista, de la que yo formaba parte- quería, sin duda, asaltar el poder en la Argentina para cambiar radicalmente el orden social. No queríamos un país capitalista y democrático: queríamos una sociedad socialista, sin economía de mercado y cuya forma política no sería la democracia burguesa que condenábamos cada vez que podíamos.

Del libro de Alfonso Lesa La Revolución Imposible, extraigo las siguientes citas: dice Carlos Masseti del ERP: Yo digo que por suerte no ganamos. Porque no creo que hubiéramos sido capaces de escapar a la tentación totalitaria porque veníamos formados en el totalitarismo.

Luis Matini, sucesor de Santucho en la conducción del ERP expresa en el mismo libro: ¿Qué habría pasado si el ERP hubiera triunfado? ¿Hubiera prevalecido la idea de establecer la democracia o de adoptar una dictadura del proletariado? No nos chupemos el dedo. La verdad es que nosotros nunca pensamos en la democracia. Nosotros pensábamos en la democracia en términos de Lenín, como un paso, un instrumento para el socialismo, teníamos toda la concepción leninista más dura.

Estos testimonios, sumados al análisis crítico de la historia, permiten a cualquier persona que se interese en el tema concluir que la actual versión oficial del asunto es simplemente falsa.

Pero quien mejor desenmascara estas falsedades, es Tzvetan Todorov, un filósofo francés de origen búlgaro que estuvo hace poco en nuestro país, y al que llevaron a visitar los llamados museos de la memoria.

Este intelectual, manifiesta sobre el catálogo del Parque de la Memoria Pero no se puede comprender el destino de esas personas sin saber por qué ideal combatían ni de qué medios se servían. El visitante ignora todo lo relativo a su vida anterior a la detención: han sido reducidas al papel de víctimas meramente pasivas que nunca tuvieron voluntad propia ni llevaron a cabo ningún acto. Sin embargo, su tragedia va más allá de la derrota y la muerte: luchaban en nombre de una ideología que, si hubiera salido victoriosa, probablemente habría provocado tantas víctimas, si no más, como sus enemigos. En todo caso, en su mayoría, eran combatientes que sabían que asumían ciertos riesgos.

La manera de presentar el pasado en estos lugares seguramente ilustra la memoria de uno de los actores del drama, el grupo de los reprimidos; pero no se puede decir que defienda eficazmente la Verdad, ya que omite parcelas enteras de la Historia. En cuanto a la Justicia, si entendemos por tal un juicio que no se limita a los tribunales, sino que atañe a nuestras vidas, sigue siendo imperfecta: el juicio equitativo es aquel que tiene en cuenta el contexto en el que se produce un acontecimiento, sus antecedentes y sus consecuencias.

Indudablemente, la opinión del Sr. Todorov es muy distinta a la que quisieron arrancarle sus anfitriones con sus visitas guiadas.

Lo que verdaderamente pasó, fue que hace 60 años, la guerra estalló repentina y brutalmente en nuestro país.

Sin tener arte ni parte, simplemente porque estábamos en la ruta de conquista del comunismo internacional, los argentinos sufrimos el asalto de los subversivos marxistas que por orden y cuenta de la Unión Soviética y de su sucursal americana, Cuba, se proponían someter a nuestro país y a toda Latinoamérica a su sistema y sumarnos a sus satélites.

Era la guerra. Pero la más total de todas las guerras. La Guerra Revolucionaria.

No se trataba de pretender arrancarnos un pedazo de territorio, o un paso entre dos océanos, o una zona de influencia geopolítica o económica.

A lo que la subversión apuntaba era al alma de nuestro pueblo para someterlo a un régimen despiadado y brutal. Como su nombre lo indica, la Guerra Revolucionaria revoluciona el modo de vida del pueblo que elige como víctima. El propósito de los subversivos al declararnos la Guerra Revolucionaria era asaltar el poder para instaurar un régimen comunista bajo el cual, en lo externo nos convertiríamos en un satélite de Rusia y en lo interno, dejaríamos de ser libres para pensar, expresarnos, poseer bienes, decidir qué hacer con ellos, entrar y salir del país, disponer de nuestras vidas y la de nuestras familias, porque todo pertenecería y sería manejado por el estado totalitario.

Se equivocan los que creen y mienten quienes lo afirman, que el pueblo fue un convidado de piedra en la Guerra Revolucionaria. Por el contrario, el pueblo era el objetivo al que pretendía dominar la subversión. Por eso nos agredió, para apoderarse de nuestro pueblo. Y por eso los vencimos. Porque nuestro pueblo percibió claramente que sus FF.AA. lo defendían de los terroristas que lo atacaban. Y se alineó con nosotros brindándonos su apoyo.

En el mundo se reconoce que las guerras ofensivas o de agresión son injustas. La invasión armada del terrorismo marxista constituye, por lo tanto, una guerra injusta, sujeta a la sanción internacional.

Las primeras manifestaciones de Guerra Revolucionaria fueron dos campamentos de guerrilleros: los Uturuncos, en los montes tucumanos en 1959, y otro en Orán en 1964. Justamente durante los gobiernos del Dr. Frondizi y el del Dr. Illia. Ambos gobernantes inobjetablemente democráticos, no sólo por ser electos por el pueblo, (que allí no termina la democracia, sino que empieza) sino también por su ejemplar ejercicio del Poder. No pueden pretextar los guerrilleros que eran pacíficos ciudadanos buscando defender la democracia, porque la democracia estaba bien defendida por esos gobiernos.

La persecución a los delincuentes subversivos no fue, como ellos pretenden, represión a los opositores políticos de los gobiernos militares. La subversión desató una guerra en nuestra Patria desde 1960 en adelante, bajo gobiernos de todos los signos. De quién eran opositores? Y quién los perseguía? Frondizi? Guido? Illia? Perón?

Lo cierto es que La Nación Argentina, para defenderse de la agresión subversiva ensayó todos los métodos desde 1964, no importa de qué signo fuera el gobierno de turno.

El terrorismo marxista desbordó todas las previsiones del estado nacional, incluida una corta intentona ilegal desarrollada en 1975, en la que el gobierno recurrió al terrorismo de estado con la AAA. Así, la subversión llegó a conformar verdaderos ejércitos clandestinos, con su dirección política, sus contactos y respaldos internacionales, sus combatientes organizados en comandos y unidades a imitación de las militares, sus organizaciones de inteligencia, sus apoyos logísticos de sanidad, materiales, transportes y munición, sus ramificaciones de reclutamiento, difusión y propaganda, sus programas de instrucción política y militar en el país y en el extranjero, sus sistemas de relevos y descansos, etc.

Ante el crecimiento en efectivos y en peligrosidad de estas bandas, que llegaron a reunir 40.000 hombres (las Brigadas Rojas de Italia nunca superaron los 1000 hombres), finalmente la Nación Argentina, por Decreto Presidencial Nº 2770/75 creó el Consejo de Seguridad Interior presidido por el Presidente de la Nación e integrado por todos los ministros y los comandantes de las FFAA, para dirigir los esfuerzos nacionales para la lucha contra la subversión, y ordenó a sus FFAA, por decreto presidencial Nº 2772/75 (ambos firmados por el Presidente Luder) que procedan a ejecutar las operaciones militares y de seguridad que sean necesarias a los efectos de aniquilar el accionar de los elementos subversivos en todo el territorio del País. Esa expresión aniquilar el accionar ha servido a los terroristas de pretexto para afirmar que las fuerzas legales nos excedimos, como si se pudiera hacer una separación entre el accionar y los hombres; máxime en la Guerra Contrarrevolucionaria, donde operábamos contra un enemigo que cuando su grupo era aniquilado, se sumaba a otro o seguía actuando individualmente. Por suerte, el Consejo de Seguridad Interior, que era el organismo que dirigía la guerra fue más concreto y en su Directiva Nº 01/75 fijó a las FFAA, de Seguridad y Policiales la misión de ejecutar la ofensiva en todo el ámbito del territorio nacional para detectar y aniquilar las organizaciones subversivas y para más claridad todavía agregó: Las acciones deben tender a aniquilar los elementos constitutivos de las organizaciones subversivas.

La Argentina rechazó la agresión armada marxista. Pero no sin sufrimiento. Pues las fuerzas subversivas ensangrentaron al país durante 10 años, en los que asesinaron a 1500 personas, de las cuales el 60 % eran miembros de las FFAA. ,de Seguridad y Policiales y el 40 % eran civiles, empresarios, gremialistas, políticos, funcionarios, sacerdotes, mujeres, niños; e hirieron a muchos más. Secuestraron a 1750 personas. Cometieron 21600 atentados terroristas (6 por día).

De nuevo para tener dimensiones comparadas, las Brigadas Rojas realizaron 300 atentados en toda su campaña.

Las Fuerzas Armadas aplicando las leyes y reglamentos militares en vigencia, cumplieron en pocos años la misión encomendada por la Nación de vencer al enemigo, y al acortar la guerra ahorraron sufrimientos a La Patria. Comparémonos con Colombia que desde hace 60 años soporta el flagelo constante de la guerrilla terrorista, la cual todavía controla una parte del país y arrastra su corte de secuestrados y muertos que se calculan en más de 100.000.

Y nosotros estamos siendo juzgados. Tenemos el dudoso mérito de ser el primer país en la historia del mundo que juzga a sus soldados victoriosos que lucharon y vencieron por orden de y para sus compatriotas. Ostentamos ese triste record del que se enorgulleció aquí el fiscal adjunto por la sencilla razón de que, como es lógico, nadie nos lo disputa, está desierto.

Ahora la Justicia Nacional nos juzga por supuestos crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas en la Guerra Contrarrevolucionaria.

Se nos señala además, en actitud pedante, que debimos utilizar el Código Penal en lugar de las armas.

¿Pero es que no recordamos que la Nación Argentina usó la ley y la justicia para tratar de combatir el accionar del terrorismo marxista antes de ordenarle a sus Fuerzas Armadas el uso de las armas?

Y eso a pesar de los crímenes atroces cometidos por el terrorismo marxista entre 1960 y 1975.

Tanto aguantó la Nación antes de decidirse a usar las armas que recuerdo un comentario despectivo que circulaba por esos años en el que se nos decía que los militares sabíamos morir pero no sabíamos matar.

¿Por qué se cambió de procedimiento y las autoridades legalmente constituidas de la Nación finalmente ordenaron a las Fuerzas Armadas iniciar operaciones militares para aniquilar a la subversión?

¿Por qué los jueces que hoy nos juzgan aceptaron suspender su tarea de controlar el accionar de las fuerzas armadas subversivas vía la aplicación del Código Penal y entregaron esta responsabilidad a las Fuerzas Armadas legales?

Si el trabajo judicial hubiera sido eficaz, lo lógico hubiera sido que el Poder Judicial no permitiera transferir sus responsabilidades.

Recordemos una vez más que las Fuerzas Armadas combatieron al terrorismo marxista más de un año en Tucumán y seis meses en todo el País, bajo las órdenes y la supervisión de un gobierno electo legalmente en el que funcionaban todas sus instituciones y sus poderes. Y entonces, con las Fuerzas Armadas empeñadas en combate, ¿cómo es que entre febrero de 1975 y marzo de 1976, ningún juez, ningún legislador, ningún funcionario, ningún periodista, reclamó por los supuestos excesos de las Fuerzas Armadas?

¿Será que en 1975 nadie en la Nación, ni el Poder Ejecutivo, ni el Legislativo, ni el Judicial, ningún funcionario ni periodista, imaginó para frenar la agresión del terrorismo marxista otra solución que usar las armas?

¿Será que se comprendió entonces, como lo prueban numerosos artículos periodísticos de la época, que enfrentábamos una guerra, y que el Poder Judicial con el Código Penal no podía librar una guerra?

Es oportuno recordar un discurso del Ministro de Defensa de Isabel Perón, Dr. Votero, del 17 de diciembre de 1975, que en uno de sus párrafos decía: ¨las Fuerzas Armadas en cumplimiento de obligaciones constitucionales y convocadas por el gobierno, han asumido junto a las Fuerzas de Seguridad, la responsabilidad de la acción directa contra la subversión. Lo han hecho y lo siguen haciendo con marcado y rotundo éxito. A ellos rindo, como Ministro de Defensa y en nombre de la excelentísima Señora Presidente de la Nación, la gratitud y homenaje del gobierno, llamándolos beneméritos de la Patria y diciéndoles nuestra inquebrantable determinación de no dejar por hacer absolutamente nada de lo que está dentro de nuestras facultades y de nuestro poder de decisión para alcanzar su más completo exterminio.¨

¡Lo que va de ayer a hoy!

Es que en ese entonces los ilegales estaban en la ilegalidad, y las fuerzas nacionales éramos legales.

Y nadie nos discutía, y mucho menos nos disputaba esa condición, porque las circunstancias eran muy difíciles y pocos estaban decididos y capacitados para enfrentarlas. Se sucedían los crímenes del terrorismo y las declaraciones triunfalistas de los guerrilleros marxistas hacían temer que éstos tuvieran ya el poder al alcance de sus manos ensangrentadas.

Resulta ridículo que quienes no pudieron hacer la tarea, porque no es misión del Poder Judicial hacer la guerra, nos juzguen y condenen hoy, 30 años después de haber terminado con la violencia gracias al empeño de las Fuerzas Armadas de la Nación, con el argumento, entre otros, de no haber aplicado el Código Penal para derrotar al enemigo.

Detrás de esta maniobra burda y ridícula, están los mismos guerrilleros de aquel entonces ocupando puestos en el Gobierno, buscando ahora matar dos pájaros de un tiro:

Por un lado, desprestigiar a la Justicia de la República que para poder juzgarnos ha debido vulnerar numerosas reglas jurídicas y constitucionales y aplicar el derecho de manera arbitraria e ilegal.

Por el otro, desprestigiar a las Fuerzas Armadas presentando como crímenes las acciones de la Guerra Contrarrevolucionaria.

Porque derrotados, los guerrilleros abandonaron la lucha armada y se mimetizaron en la sociedad simulando ser pacíficos civiles.

Pero no abandonaron sus oscuros y anticuados objetivos. No cesaron la Guerra Revolucionaria, sino que la trasladaron a otros campos, siguiendo la doctrina de Gramsci que aconsejaba La intelligenzia tiene que apoderarse de la educación, de la cultura, y de los medios de comunicación social, para desde allí apoderarse del poder político y con el poder político dominar a la sociedad civil.

Los ex guerrilleros, devenidos funcionarios no se han sacado aún la piel de cordero porque les falta todavía eliminar o dominar algunos resortes del Poder. Cuando sientan que la capacidad de reacción de los argentinos está anulada, entonces van a dar el zarpazo, entonces van a abandonar su disfraz pacifista y legalista y van a utilizar toda la violencia para cambiar nuestro estilo de vida.

Espero que los guerrilleros de los 70, hoy en el poder, no logren consumar sus propósitos de afianzarse en él para imponernos su régimen autoritario y vitalicio.

Confío en que los argentinos nos unamos para detener esa marcha hacia el abismo.

La democracia es un sistema que dignifica a quienes gobierna, pero para que funcione adecuadamente necesita de gobernantes que no se aparten de la ley y de ciudadanos que no permitan que se aparten.

Es decir, la democracia dignifica al ciudadano pero para funcionar precisa de ciudadanos dignos.

Venimos soportando siete años de autoritarismo, en que los argentinos hemos sido avasallados, escarnecidos, insultados por un gobierno despótico, que ha violado sistemáticamente la Constitución Nacional y la ley y cuya aspiración final es imponernos un gobierno autoritario. Aquí mismo está discurriendo hoy este juicio claramente inconstitucional y sin embargo, hay una multitud de actores desempeñando sus roles como si fuera lícito.

Espero que después de estos años de indignidad, la misma vergüenza de haber soportado este periodo de oprobio, sirva para que en lo sucesivo y para siempre los ciudadanos de nuestra República, tanto gobernantes como gobernados, cumplamos y hagamos cumplir estrictamente la Constitución y la Ley y no nos apartemos por ninguna razón de las normas institucionales, y entonces volvamos a inaugurar una nueva etapa democrática que esta vez sea, si, auténtica y permanente.

Estoy convencido que esta experiencia nos va a servir para rechazar en el futuro los caprichos arbitrarios de un caudillo en cuanto se insinúen, para ajustarnos sin concesión alguna a las normas institucionales de la República. Solo así volverá a regir la Constitución, la Ley, la Justicia y la Libertad en la Patria de la Libertad; y la democracia volverá a guiar la marcha de los argentinos a su destino de grandeza, marcha que emprendimos varias veces con éxito mientras nos movimos con total libertad dentro del ámbito de la Constitución y que se frustró en varias ocasiones por la copia enfermiza de modelos totalitarios.-

General Luciano B. Menéndez

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La justicia montonera confirmó la condena a prisión perpetua para Menéndez

 
La sala III de la cámara nacional de casación penal ratificó el fallo dictado en el año 2008 por un tribunal oral de Córdoba. Se trata de la causa conocida como “Brandalisis”, donde el General fuera sentenciado por “crímenes de lesa humanidad”.

Se trata de la causa en la que se investigó la detención, supuesta desaparición, torturas y muerte de Hilda Flora Palacios, Humberto Horacio Brandalisis, Carlos Enrique Lajas y Raúl Osvaldo Cardozo, todos ellos militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

Además del General Menéndez, fueron sentenciados a prisión perpetua Carlos Alberto Díaz, Oreste Padován y Ricardo Lardone.

En tanto, fueron condenados a 22 años de prisión Jorge E. Acosta, Luis Manzanelli y Hermes Rodríguez; mientras que Carlos Alberto Vega recibió una pena de 18 años de prisión.

lunes, 23 de agosto de 2010

Querellante cuestiono la prisión domiciliaria del General Menéndez


La abogada María Elba Martínez, cuestionó la prisión domiciliaria otorgada al General Luciano Benjamín Menéndez, que está siendo juzgado en los tribunales federales de Córdoba por la justicia montonera.

La letrada, es una de los representantes de la querella, en el “juicio” que le siguen a los Generales Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez, junto a otros 29 prisioneros políticos por haber defendido nuestra patria de la guerrilla marxista.

Martínez en diálogo con Télam, sostuvo que la prisión domiciliaria otorgada a Menéndez el pasado miércoles "nos muestra que nunca se quiso poner las cosas en claro”.

Indicó que ante el pedido efectuado por el abogado defensor del General, Alejandro Cuestas Garzón, el titular del tof 1 que lleva adelante el “juicio”, Jaime Díaz Gavier, otorgó la prisión domiciliaria "sin consultarnos si lo considerábamos pertinente”.

Señaló que en estos casos, ante el pedido de la defensa, "se corre vista a las partes, se ponen peritos de control y luego se toma una decisión”, y se preguntó "por qué esta confusión, qué es lo que se ha querido ocultar, por qué hablan de una resolución en ese sentido de la Cámara Nacional de Casación en lo Penal”.

Martínez consideró que "acá no se ha querido auditar; si es por el estado de salud, no sabemos si está bien o está mal, hay otras resoluciones que decían lo contrario a Díaz Gavier y que se mantuviera en (la cárcel) de Bouwer”, y añadió que analizaran si "se va a recurrir o no la decisión”.

En su resolución, el tof 1, señala que Cuestas Garzón "sintéticamente solicita el mantenimiento de la prisión domiciliaria oportunamente concedida en el marco de las presentes actuaciones, solicitando que la misma se concrete”.

Añade que "su estado de salud, (de Menéndez) ameritó que se dispusiera su internación en el Hospital Militar Córdoba” y "de acuerdo a ello, la solicitud efectuada por el letrado defensor, aparece también razonable, correspondiendo en consecuencia restablecer el beneficio de prisión domiciliaria que oportunamente fuera concedido a Menéndez”.

En otro orden Martínez consideró que en el “juicio”, "aún falta abrir otros campos, porque a nosotros nos rechazaron todas las pruebas que tenían que ver con médicos, con gente del Poder Judicial y con gente del Hospital Militar”.

"Según el tribunal señaló al referirse al rechazo al pedido-, no lo hemos fundado y resulta que yo personalmente le llevé al doctor Díaz Gavier y le mostré el escrito que decía en qué fundamos este pedido".

"Ahora -acotó-, han salido con una historia que hacía falta un pliego y no hay un artículo del código que te exija un pliego de preguntas, es más, la jurisprudencia ya ha flexibilizado de forma tal, que con un fundamento somero, el tribunal pueda evaluar rápidamente la pertinencia”.

La abogada consideró que esta situación se da, porque "tocar el Hospital Militar siempre ha sido un problema serio”, añadió que “de ese establecimiento asistencial surgirían muchas cosas como el conocimiento de embarazadas (detenidas políticas) que han dado a luz ahí y que después fueron fusiladas”.

Finalmente consideró que el saldo del “juicio” "hasta ahora, por lo que se ha querido evaluar, es positivo”, porque "se ha demostrado que los enfrentamientos nunca existieron, nunca (los detenidos) se quisieron fugar y que fue un asesinato liso y llano" y que "la cárcel de Córdoba (UP1) fue la peor del país y que se buscaba la destrucción del ser humano".

miércoles, 18 de agosto de 2010

Prisión domiciliaria para el General Luciano Benjamín Menéndez

Según confirmaron fuentes de la justicia federal de Córdoba, el juez federal subrogante del juzgado número 3 de la capital provincial, resolvió, a pesar del planteo realizado por la fiscal federal Graciela López de Filoñuk quien se opuso al otorgamiento de la prisión domiciliaria, concederle el beneficio.

Menéndez está detenido en el penal de Bouwer desde el 2 de julio de 2008, pero en determinados momentos cumplía el arresto en casa de un hijo en la ciudad de Tucumán, donde se le estaba sustanciando otro “juicio” en el que fue condenado a prisión perpetua por la justicia del régimen K.

El General está siendo atendido en el Hospital Militar por una neumonía desde la iniciación del “juicio” que se le sigue junto al ex Presidente Jorge Rafael Videla y otros 29 prisioneros políticos por haber combatido el terrorismo apátrida en nuestro país.

domingo, 25 de julio de 2010

Justicia KK: Cadena perpetua para el General Menéndez

El Comandante Luciano Benjamín Menéndez fue condenado el jueves a prisión perpetua por la justicia montonera acusado de combatir la guerrilla marxista en la provincia de Tucumán.

Roberto Albornoz, ex Jefe del Servicio de Información Confidencial de la Jefatura de Policía de Tucumán, recibió la misma pena, mientras que los Policías Luis Armando de Cándido y Carlos Esteban de Cándido fueron condenados a 18 y 3 años de prisión, respectivamente.

Los aplausos de los familiares de desaparecidos que estaban presentes en la sala donde los prisioneros políticos esperaban el anuncio de sus “sentencias” resonaron mientras los jueces representantes de la venganza montonera de la ciudad de San Miguel de Tucumán leyeron las condenas, coronando el final de la parodia de “juicio”.

El tribunal postergó el pronunciamiento sobre la forma en que el General Menéndez cumplirá la pena impuesta, informó el poder judicial. Menéndez será trasladado por el momento a la provincia de Córdoba donde afronta otro “juicio” por “delitos de lesa humanidad” y donde ya está cumpliendo prisión perpetua en una cárcel debido a una “condena” anterior.

En tanto, a Albornoz y a de Cándido les fue denegado el beneficio de prisión domiciliaria y serán trasladados a un penal de Tucumán. La pena de tres años de Carlos Esteban de Cándido es, en tanto, de ejecución condicional.

Otro de los principales acusados en esta causa es el General Antonio Domingo Bussi, ex Gobernador de Tucumán, quien fue excluido del “juicio” por problemas de salud. Su “juzgamiento” se reanudará en caso de que se recupere.

viernes, 9 de julio de 2010

El General L. B. Menéndez dio una verdadera lección en el juicio anticonstitucional que le realizan en Tucumán

  
Fue un lujo escuchar a Menéndez, quien con voz potente y mirando a los ojos a la querella, al público y al Tribunal, habló durante 55 minutos.


Por Luz García Hamilton

Fue una jornada agobiante. La Audiencia estaba citada para las 8 de la mañana y si bien arrancó una hora después, terminó pasadas las 20. Fue el turno de los alegatos de la defensa, cada uno en su estilo, pidió la absolución de su defendido. Al terminar y luego de duros cruces con los querellantes que replicaron, el General Luciano Benajamín Menéndez hizo uso de la palabra. Fue un lujo escuchar a Menéndez, quien con voz potente y mirando a los ojos a la querella, al público y al Tribunal, habló durante 55 minutos. Una vez más se hizo cargo de todos los actos sucedidos durante la guerra contra la subversión y asumió su total responsabilidad. Habló con convicción y con valor. Al finalizar y en medio de los abucheos del público (unas treinta personas que llegaron a la sala), se mantuvo firme y de pié hasta que el Tribunal se retiró de la sala. Demostró así que a pesar de desconocer la Justicia Ordinaria, respeta la autoridad de los Jueces. Menéndez no ha perdido la calma y en todo momento se comportó como un caballero. Habrá gente a la que sus palabras no les caigan bien, pero nadie podrá negar que es un soldado de verdad.

Un General con mayúsculas

Durante la mayor parte de la extensa jornada, la sala estuvo vacía y salvo unas 10 personas, el resto de las sillas sólo tenían fotos de los "desaparecidos".
Al promediar la tarde y cuando ya se había anunciado que el General Menéndez haría uso de la palabra, la expectativa fue creciendo, los medios nacionales habían llegado ya para cubrir el final de este mega juicio que llevó casi cinco meses y se cobró lamentablemente la vida del General Cattáneo (II Comandante de la V Brigada de Infantería) y del Coronel Zimmermann, quien fue jefe de Policía en la provincia. Además el General Bussi, separado del juicio por su grave estado de salud, había sido internado en la noche del martes y su estado es delicado. La indiferencia que reinó en la mayor parte del juicio contrastaba con el despliegue de periodistas y gente que llegaba a escuchar los alegatos de la defensa y esperar la sentencia.
Menéndez comenzó a hablar a las 19.05 y fue el único de los imputados en querer hacer uso de la palabra por última vez antes de que el Tribunal emita sentencia. Honestamente dio una lección y demostró una vez más que no está dispuesto a arrodillarse ante nadie, que tiene la conciencia tranquila y la seguridad de haber cumplido con su deber.
Estoicamente está dispuesto a vivir el resto de sus días privado de su libertad, si acaso eso ayuda a pacificar el país y a construir una Argentina diferente para dejarle a sus hijos y nietos.
Antes de comenzar a leer y mirando a los ojos a la Doctora Laura Figueroa (querellante), le dijo que quería aclararle dos conceptos ya que ella en su alegato había querido "ensuciar su honor militar que estaba intacto".
"Usted dijo que yo nunca había hecho un tiro o disparado un arma y que nunca había estado en el monte combatiendo". Quiero aclararle que a lo largo de mi carrera militar he combatido muchas veces junto a mi tropa y que mientras fui Comandante del III Cuerpo del Ejército con asiento en Córdoba visité cada 15 días la provincia de Tucumán, que estaba bajo mi jurisdicción, y que en cada oportunidad fui al monte a visitar a mis soldados, a contenerlos, a hablar con ellos y que en algunas oportunidades he participado con ellos de combates armados". Aclarado esto puedo comenzar con mi alegato, dijo el General.
55 minutos duró la lectura del escrito de Luciano Benjamín Menéndez. Este General de la Nación de 83 años, aguantó estoico desde las 7 de la mañana cuando fue llevado al Tribunal Oral Federal. No había almorzado, estaba tranquilo a pesar de que luego de escuchar la sentencia, será otra vez trasladado a Córdoba donde afronta otro juicio.
Impresionó la calma de Menéndez, la hidalguía con la que se mueve. Durante su exposición el silencio en la sala de audiencias fue total. Acaparó la atención de todos. Cuando terminó, poco más de una treintena de personas con grandes carteles que decían "Cárcel común" se paró y comenzó a cantar. Menéndez pareció no escucharlos. Mientras los abogados se retiraban y los gendarmes hacían un cerco alrededor del Militar, él, erguido, esperaba que el Tribunal se retirase. No se inmutó ni bajó la vista. Luego, a paso lento salió escoltado por los gendarmes y subió a la ambulancia que lo llevaría hasta la casa de su hijo en donde está alojado hasta hoy, que finaliza este juicio.
El General Luciano Benjamín Menéndez ha dado una lección. Una vez más demostró que actuó siempre con convicción y aclaró que es responsable de todos los actos del Ejército bajo su mando.

Texto completo del alegato del general Menéndez

A continuación el texto completo de su alegato, que sin duda es un documento histórico que todos deberíamos guardar:
Alegato del General de División Luciano Benjamín Menéndez
"Hay algo que nunca se menciona y es precisamente el quid de la cuestión.
"¿Quién empezó?
"Sin tener arte ni parte, simplemente porque estábamos en la ruta de conquista del comunismo internacional, los argentinos, en plena paz sufrimos el asalto de los terroristas marxistas que por orden y cuenta de la Unión Soviética y de su sucursal americana, Cuba, se proponían someter nuestro país a su sistema y sumarnos a sus satélites.
"Era la guerra. Pero la más total de todas las guerras. La Guerra Revolucionaria.
"No se trataba de pretender arrancarnos un pedazo de territorio (con todo lo entrañable que es cada metro de nuestra tierra, regada por la sangre de nuestros soldados y el sudor de nuestros trabajadores), o un paso entre dos océanos, o una zona de influencia económica.
"A lo que la subversión apuntaba era al alma de nuestro pueblo para someterlo a un régimen despiadado y brutal. Como su nombre lo indica, la Guerra Revolucionaria revoluciona el modo de vida del pueblo que elige como víctima. El propósito de los subversivos al declararnos la Guerra Revolucionaria era asaltar el poder para instaurar un régimen comunista bajo el cual, en lo externo nos convertiríamos en un satélite de Rusia y en lo interno, dejaríamos de ser libres para pensar, expresarnos, poseer bienes, decidir qué hacer con ellos, entrar y salir del país, disponer de nuestras vidas y la de nuestras familias, porque todo le pertenecería y manejaría el estado totalitario.
"Se equivocan los que creen que el pueblo fue un convidado de piedra en la Guerra Revolucionaria. Por el contrario, el pueblo era el objetivo que pretendía dominar la subversión. Por eso nos agredió, para apoderarse de nuestro pueblo. Y por eso los vencimos. Porque nuestro pueblo percibió claramente que sus Fuerzas Armadas lo defendían de los terroristas que lo atacaban. Y se alineó con nosotros brindándonos su apoyo.
"En el mundo se reconoce que las guerras ofensivas o de agresión son injustas. La invasión armada del terrorismo marxista constituye, por lo tanto, una guerra injusta, sujeta a la sanción internacional.
"Para demostrar quién inició la Guerra Revolucionaria y para qué, voy a leer lo que decían al respecto los demócratas y lo que publicaba el terrorismo marxista.
"En agosto de 1964 (durante el gobierno constitucional del Dr. Illia) la policía de Salta y la Gendarmería Nacional descubren y destruyen un campamento guerrillero en Orán. La Cámara de Diputados cita a los ministros del Dr. Illia para que informen sobre lo sucedido.
"Allí dijo el Ministro de Defensa Dr. Facundo Suárez: "El Partido comunista en 1957 o 1958 entra a preocuparse fundamentalmente de África, de Latinoamérica y de parte de Asia. Cuando Fidel Castro se declaró evidentemente comunista se inició un periodo de gran perturbación en toda Latinoamérica". Zavala Ortiz, ministro de RREE agregó en esa misma ocasión "la existencia de un poder tan extraordinario como el que surge de la energía atómica ha determinado que la competencia se derivase a otro método, el de la Guerra Revolucionaria, guerra no declarada, silenciosa, pero guerra inexorable, global y permanente. Ese orden de cosas se instala en América Latina, el comunismo se establece en la República de Cuba como una organización revolucionaria de guerra permanente de tipo revolucionario. Hay una Guerra Revolucionaria declarada a las organizaciones, a las repúblicas, a las democracias o no democracias vigentes en Latinoamérica y contra esa situación tenemos que tomar las medidas correspondientes."
"Por si se necesita algo más para convencernos de que la Argentina sufrió una guerra, voy a citar dos opiniones que así lo afirman, y que en éste ámbito me imagino que serán debidamente respetadas: la Cámara Federal (en realidad la Comisión Especial) que juzgó a los Comandantes en Jefe en 1984 dijo: "El fenómeno se correspondió con el concepto de guerra revolucionaria. Como se desprende de lo hasta aquí expresado, debemos admitir que en nuestro país sí hubo una guerra interna iniciada por las organizaciones terroristas contra las Instituciones de su propio Estado." La otra opinión que citaré para cerrar éstas evidencias, es una editorial de La Voz del Interior del 2 de enero de 2009, que se titula "Cuba, medio siglo después" y que dice: "Las esperanzas democrático-republicanas que suscitaron la caída de Batista y la victoria de los revolucionarios del 26 de Julio se desvanecieron y dieron lugar a un fenómeno completamente distinto: la expansión de una ola revolucionaria en América Latina y la proliferación de grupos armados inspirados en la revolución cubana, que se proponían la toma del poder por la vía armada y la construcción de una sociedad de tipo comunista.
Esa ola de violencia revolucionaria se extendió a toda América latina, incluida - en uno de los primeros lugares - la Argentina. Todo el drama histórico que se abatió sobre la Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, Perú, Brasil y toda la región en las décadas de 1960 y 1970 está directamente relacionado con la llamarada encendida por la revolución cubana a principios de 1959."
"Veamos ahora los dichos de los terroristas marxistas.
"En julio de 1970 el Partido Revolucionario de los Trabajadores, funda el Ejército Revolucionario del Pueblo, porque, dice: "En el proceso de Guerra Revolucionaria iniciado en nuestro país, nuestro partido ha comenzado a combatir para hacer posible la insurrección del proletariado y del pueblo".
"Cuatro años después en la edición de junio de 1974 de su periódico "el Combatiente" en un artículo titulado "Por la revolución Obrera Latinoamericana y Socialista", dice: "Las unidades guerrilleras han aumentado su poder de fuego en las ciudades y han dado el paso trascendental de la creación de la primera unidad de monte, la constitución de la organización revolucionaria principal, Partido Marxista Leninista Proletario avanza exitosamente, a través de su cauce principal, el Partido Revolucionario de los Trabajadores. Esta permanente acumulación de fuerzas revolucionarias va colocando a la sociedad argentina a las puertas de una situación revolucionaria, la lucha de clases cobra nueva vida. Desde hace más de tres años, el pueblo argentino ha iniciado un proceso de Guerra Revolucionaria." (Perón era en ese entonces el presidente constitucional).
"En la revista Cristianismo y Revolución de septiembre de 1971 aparece una breve historia de Montoneros, que dice: "Llegado 1969 Montoneros comienza a pasar a la ofensiva: es el comienzo de la guerra por el poder, con el programa nacional revolucionario que asegure la nacionalización de la economía, el control obrero de la producción y la expropiación sin compensación de la oligarquía terrateniente. Creemos que la maniobra electoral montada (habla de la que culminaría en 1973 con la elección de Cámpora) se les va a volver en su contra y los vamos a fusilar con sus propias armas. Sólo la guerra del pueblo salvará al pueblo. Todos tienen un lugar y una función en la lucha, que es el desarrollo de la Guerra Revolucionaria."

"Para no dejar dudas de que era una guerra, ambas organizaciones terroristas reseñaban sus hazañas en lo que llamaban Partes de Guerra. Tomo dos de ellos para muestra: uno del Ejército Revolucionario del Pueblo, fechado el 20 de noviembre de 1974, en el que explican que han ejecutado al Tcnl Ibarzabal en el ropero en que lo tenían preso y el otro de Montoneros del 26 de febrero de 1975, en el que cuentan que han secuestrado al Cónsul norteamericano en Córdoba, Sr. John Patrick Egan, a quien luego asesinaron.
"Estas expresiones demuestran que es falso lo que vienen sosteniendo los terroristas marxistas, quienes ahora niegan sistemáticamente la existencia de la Guerra Revolucionaria que nos declararon y llaman represión ilegal a las operaciones defensivas de las Fuerzas Legales.
"Las primeras manifestaciones de Guerra Revolucionaria son dos campamentos de guerrilleros: los Uturuncos, en los montes tucumanos en 1959, y el ya mencionado de Orán en 1964. Justamente durante los gobiernos del Dr. Frondizi y el del Dr. Illia. Ambos gobernantes inobjetablemente democráticos, no sólo por ser electos por el pueblo, (que allí no termina la democracia, sino que empieza) sino también por su ejemplar ejercicio del Poder. No pueden pretextar los guerrilleros que eran pacíficos ciudadanos buscando defender la democracia, porque la democracia estaba bien defendida por esos gobiernos.
""La persecución a los terroristas marxistas no fue, como ellos pretenden, represión a los opositores políticos de los gobiernos militares. La subversión desató una guerra en nuestra Patria desde 1960 en adelante, bajo gobiernos de todos los signos. De quién eran opositores? Y quién los perseguía? Frondizi? Guido? Illia? Perón?
"Lo cierto es que La Nación Argentina, para defenderse de la agresión comunista ensayó todos los métodos desde 1964, no importa de qué signo fuera el gobierno de turno. Aplicó a los agresores la ley común; creó en 1970 la Cámara Federal Penal que procesó y condenó a 1600 guerrilleros, pero que fue disuelta y sus sentencias anuladas en 1973 por el actual Procurador General Dr Righi, quien siendo Ministro del Interior concedió una amnistía a todos los terroristas presos, quienes eran recibidos en la calle por sus camaradas con el grito ¨a cada guerrillero lo espera su fusil¨; volvió a la ley común sin resultados; declaró ilegal al Ejército Revolucionario del Pueblo y al Partido Revolucionario de los Trabajadores por decreto presidencial Nº 1454/73 del gobierno constitucional de Lastiri; en 1974 reformó el Código Penal para "reprimir severa y adecuadamente conductas que han llenado de zozobra a la población" a pesar de lo cual ningún juez pudo condenar a ningún guerrillero; el gobierno recurrió entonces en una breve intentona ilegal al terrorismo de estado con la Triple A; más tarde empeñó parcialmente a las Fuerzas Armadas para aniquilar la subversión en Tucumán por decreto 291/75 del gobierno constitucional de Isabel Perón; declaró a Montoneros asociación ilícita de carácter terrorista por decreto presidencial Nº 2452/75 de ese mismo gobierno.
"Ninguna de estas reacciones tuvo éxito, salvo la Operación Independencia, y eso porque los terroristas cometieron un grueso error: trazaron su camino de muerte y desolación por Tucumán. Intentaron usar la cuna de nuestra independencia para instalar una zona dominada y desde allí expandir su doctrina autoritaria. Se encontraron con un pueblo de hombres libres que se plantó ante ellos, que los aisló, respaldó y reforzó a su ejército, combatió a su lado y marcó en exitosas operaciones el principio del fin de la invasión marxista.
"Coincidencias de la historia. En 1812 los realistas ensoberbecidos por sus triunfos en el Alto Perú, penetraron en nuestro territorio y también encontraron en Tucumán la barrera infranqueable que los rechazó de nuestras tierras, alejando de ellas para siempre el horror de la guerra y de la esclavitud.
"Los tucumanos sintieron y sufrieron por varios años entre 1974 y 1979 la ominosa vecindad de los terroristas marxistas, que se preparaban en los montes vecinos a sus ciudades y pretendían constituir allí un ejército revolucionario de campaña.
"Los esfuerzos tucumanos detuvieron la aventura foquista en su provincia, pero la guerra revolucionaria es total, lo que no consiguieron los terroristas en el monte, lo intentaron en nuestras ciudades con renovada intensidad.
"El terrorismo marxista desbordó todas las previsiones del estado nacional que hemos enumerado. Así, la subversión llegó a conformar verdaderos ejércitos clandestinos, con su dirección política, sus contactos y respaldos internacionales, sus combatientes organizados en comandos y unidades a imitación de las militares, sus organizaciones de inteligencia, sus apoyos logísticos de sanidad, materiales, transportes y munición, sus fábricas militares, sus oficinas de reclutamiento, difusión, prensa y propaganda, sus programas de instrucción política y militar en el país y en el extranjero, sus sistemas de relevos y descansos, etc.
"Ante el crecimiento en efectivos y en peligrosidad de estas bandas, que según algunos cálculos llegaron a reunir 40.000 hombres (las Brigadas Rojas de Italia nunca superaron los 1000 hombres), la Nación Argentina, por decreto presidencial Nº 2770/75 creó el Consejo de Seguridad Interior presidido por el Presidente de la Nación e integrado por todos los ministros y los comandantes de las Fuerzas Armadas, con el objetivo de dirigir la totalidad de los esfuerzos nacionales para la lucha contra la subversión, y ordenó a sus Fuerzas Armadas, por decreto presidencial Nº 2772/75 que "aniquilaran a la subversión". Ambos decretos fueron refrendados por el gobierno Constitucional de Italo Luder.
"La Argentina rechazó la agresión armada marxista. Pero no sin sufrimiento. Pues los terroristas ensangrentaron al país durante 10 años, en los que asesinaron a 1500 personas, de las cuales el 60 % eran miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, y el 40 % eran civiles, empresarios, gremialistas, políticos, funcionarios, sacerdotes, mujeres, niños; e hirieron a muchos más. Secuestraron a 1750 personas. Cometieron 21600 atentados terroristas, un promedio de 6 por día.
"De nuevo para tener dimensiones comparadas, las Brigadas Rojas realizaron 300 atentados en toda su campaña.
"Las Fuerzas Armadas, aplicando las leyes y reglamentos militares en vigencia, cumplieron en pocos años la misión encomendada por la Nación de vencer al enemigo, y al acortar la guerra ahorraron sufrimientos a La Patria. Comparémonos con Colombia que desde hace 60 años soporta el flagelo constante de la guerrilla, la cual todavía controla una parte del país y arrastra su corte de secuestrados y muertos que se calculan en más de 100.000.
"Y nosotros estamos siendo juzgados. Vuelvo a decirlo: tenemos el dudoso mérito de ser el primer país en la historia del mundo que juzga a sus soldados victoriosos que lucharon y vencieron por orden de y para sus compatriotas. Ostentamos ese triste récord que destacó orgullosamente un fiscal por la sencilla razón de que como es lógico nadie nos lo disputó. Bien recuerda el embajador Abel Posse: "Ningún país repudió a su ejército por lo que le exigieron sus gobiernos. Ni Francia por lo de Argelia ni Alemania por las matanzas de Rusia ni Rusia por las masacres de Polonia y Berlín ni Estados Unidos por Hiroshima". Nosotros podemos preguntarnos, como lo hizo recientemente un oficial uruguayo con patético y auténtico dolor ¿para quién ganamos la batalla?
"Ahora la Justicia Nacional nos juzga por supuestos crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas en la Guerra Contrarrevolucionaria.
"Se nos señala además, en actitud pedante, que debimos utilizar el Código Penal en lugar de las armas.
"¿Pero es que no recordamos que la Nación Argentina usó la ley y la justicia común para tratar de combatir el accionar del terrorismo marxista antes de ordenarle a sus Fuerzas Armadas el uso de las armas?
"Y eso a pesar de los crímenes atroces cometidos por el terrorismo marxista entre 1960 y 1975.
"Tanto aguantó la Nación antes de decidirse a usar las armas que recuerdo un comentario despectivo que circulaba por esos años en el que se nos decía que los militares sabíamos morir pero no sabíamos matar.
"¿Por qué se cambió de procedimiento y las autoridades legalmente constituidas de la Nación finalmente ordenaron a las Fuerzas Armadas "iniciar operaciones militares para aniquilar a la subversión"?
"¿Por qué los jueces que hoy nos juzgan aceptaron suspender su tarea de controlar el accionar de las fuerzas armadas subversivas vía la aplicación del Código Penal y entregaron esta responsabilidad a las Fuerzas Armadas legales?
"Si el trabajo judicial hubiera sido eficaz, lo lógico hubiera sido que el Poder Judicial no permitiera transferir sus responsabilidades.
Recordemos una vez más que las Fuerzas Armadas combatieron al terrorismo marxista más de un año en Tucumán y seis meses en todo el País, bajo las órdenes y la supervisión de un gobierno electo legalmente en el que funcionaban todas sus instituciones y sus poderes. Y entonces, con las Fuerzas Armadas empeñadas en combate, ¿cómo es que entre febrero de 1975 y marzo de 1976, ningún juez, ningún legislador, ningún funcionario, ningún periodista, reclamó por los supuestos excesos de las Fuerzas Armadas?
"¿Será que en 1975 nadie en la Nación, ni el Poder Ejecutivo, ni el Legislativo, ni el Judicial, ningún funcionario ni periodista, imaginó para frenar la agresión del terrorismo marxista otra solución que usar las armas?
"¿Será que se comprendió entonces, como lo prueban numerosos artículos periodísticos de la época, que enfrentábamos una guerra, y que el Poder Judicial con el Código Penal no podía librar una guerra?
"Es oportuno recordar que el 17 de Diciembre de 1975 se publicó en ¨ La Razón ¨ un discurso del Ministro de Defensa de Isabel Perón, Dr. Votero, que en uno de sus párrafos decía: ¨ las Fuerzas Armadas en cumplimiento de obligaciones constitucionales y convocadas por el gobierno, han asumido junto a las Fuerzas de Seguridad, la responsabilidad de la acción directa contra la subversión. Lo han hecho y lo siguen haciendo con marcado y rotundo éxito. A ellos rindo, como Ministro de Defensa y en nombre de la excelentísima Señora Presidente de la Nación, la gratitud y homenaje del gobierno, llamándolos beneméritos de la Patria y diciéndoles nuestra inquebrantable determinación de no dejar por hacer absolutamente nada de lo que está dentro de nuestras facultades y de nuestro poder de decisión para alcanzar su mas completo exterminio.¨
"¡Lo que va de ayer a hoy!
"Es que en ese entonces los ilegales estaban en la ilegalidad, y las fuerzas nacionales éramos legales.
"Y nadie nos discutía, y mucho menos nos disputaba esa condición, porque las circunstancias eran muy difíciles y pocos estaban decididos y capacitados para enfrentarlas. Se sucedían los crímenes del terrorismo y las declaraciones triunfalistas de los guerrilleros marxistas hacían temer que éstos tuvieran ya el poder al alcance de sus manos ensangrentadas.
"Resulta ridículo que quienes no pudieron hacer la tarea, no por ineptitud sino porque no es misión del Poder Judicial hacer la guerra, nos juzguen y condenen hoy, 30 años después de haber terminado con la violencia gracias al empeño de las Fuerzas Armadas de la Nación, con el argumento, entre otros, de no haber aplicado el Código Penal para derrotar al enemigo.
"Detrás de esta maniobra burda y ridícula, están los mismos guerrilleros de aquel entonces ocupando puestos en el Gobierno, buscando ahora matar dos pájaros de un tiro:
"Por un lado, desprestigiar a la Justicia de la República que para poder juzgarnos ha debido vulnerar numerosas reglas jurídicas y constitucionales y aplicar el derecho de manera arbitraria e ilegal.
"Por el otro, desprestigiar a las Fuerzas Armadas presentando como crímenes las acciones de la Guerra Contrarrevolucionaria.
"Porque derrotados, los guerrilleros abandonaron la lucha armada y se mimetizaron en la sociedad simulando ser pacíficos civiles.
"Pero no abandonaron sus objetivos. No cesaron la Guerra Revolucionaria, sino que la trasladaron a otros campos, siguiendo la doctrina de Gramsci que aconsejaba "La inteligencia tiene que apoderarse de la educación, de la cultura, y de los medios de comunicación social, para desde allí apoderarse del poder político y con el poder político dominar a la sociedad civil".
"Pusieron y ponen en práctica la máxima de Lenin: "La paz es la continuación de la guerra por otros métodos". Porque los marxistas no conciben la armonía y la concordia, sino el "conflicto constante", tal cual lo estamos viviendo hoy en nuestro país.
"No se han sacado aún la piel de cordero porque les falta todavía eliminar o dominar algunos resortes del Poder. Cuando sientan que la capacidad de reacción de los argentinos está anulada, entonces van a dar el zarpazo, entonces van a abandonar su disfraz pacifista y legalista y van a utilizar toda la violencia para imponernos su doctrina, de la que no han abjurado aunque declamen democracia y se aprovechen de ella. Doctrina enemiga de nuestra Constitución puesto que niega a Dios, suprime la Patria, prohíbe la libertad, reemplaza la unión nacional, la paz interior, la justicia y el bienestar general por el conflicto permanente, disuelve la familia, elimina la propiedad, todos ellos valores eminentes y excluyentes de nuestra Carta Magna.
"En resumen. Los argentinos estamos sufriendo una guerra, desatada por el comunismo internacional.
"Sus partidarios hoy persisten en su oscuro objetivo.
"Con la diferencia desfavorable para la Patria de que, antes los terroristas estaban en la ilegalidad. Ahora se apropiaron de la legalidad y pretenden ser pacíficos ciudadanos ajustados a la ley y a la Constitución, y en ese rol exigen nuestra condena con el objetivo de romper así el nervio de combate de las Fuerzas Armadas, es decir, suprimir las Fuerzas Armadas, para continuar con la destrucción de nuestras instituciones republicanas (muchas de ellas ya fuertemente conmovidas) y con la modificación diametral de nuestro estilo de vida y de nuestro Ser nacional. Desde el Poder intentan convertirnos a su sistema esclavista.
"Más grave que lo que nos esta pasando es lo que nos puede llegar a pasar si no reaccionamos. Espero que los guerrilleros de los 70, hoy en el poder, no logren consumar sus propósitos de afianzarse en él para imponernos su régimen autoritario.
"Confío en que los argentinos nos unamos para detener esa marcha hacia el abismo”.
"La democracia es un sistema que dignifica a quienes gobierna, pero para que funcione adecuadamente necesita de gobernantes que no se aparten de la ley y de ciudadanos que no permitan que se aparten.
"Es decir, la democracia dignifica al ciudadano pero para funcionar precisa de ciudadanos dignos.
"Venimos soportando siete años de autoritarismo, en que los argentinos hemos sido avasallados, escarnecidos, insultados por un gobierno despótico, que ha violado sistemáticamente la Constitución Nacional y la ley y cuya aspiración final es imponernos una tiranía marxista. Aquí mismo está discurriendo hoy este juicio claramente inconstitucional y sin embargo, hay una multitud de actores desempeñando sus roles como si fuera lícito.
"Espero que después de estos años de indignidad, la misma vergüenza de haber soportado este periodo de oprobio, sirva para que en lo sucesivo y para siempre los ciudadanos de nuestra República, tanto gobernantes como gobernados cumplamos y hagamos cumplir estrictamente la Constitución y la Ley y volvamos a inaugurar una nueva etapa democrática que esta vez sea, si, auténtica y permanente.
Hoy la situación nos permite ser moderadamente optimistas.
"Pareciera que después de siete años de despotismo, estamos por recuperar nuestra Democracia Republicana, Representativa y Federal y va a volver a regir la Constitución, la Ley, la Justicia y la Libertad, en la Patria de la Libertad."

Luciano B. Menéndez
General de División

jueves, 25 de febrero de 2010

El cirko interminable: Nuevo “juicio” al General Menéndez

La justicia federal de Santiago del Estero someterá a un nuevo juicio kk a militares y policías que combatieron la guerrilla. Los Generales Videla y Bussi, también son acusados por el régimen K.

El tof que someterá a un nuevo juicio kk a Militares y Policías procesados en la “causa Cecilio Kamanetzky”, quedó constituido tras una serie de recusaciones y renuncias, informaron fuentes judiciales.

El máximo tribunal quedó integrado por los camaristas Josefina Curi, Marina Cossio de Mercau y Mario San Juan, el último en lugar de Antonio Rodríguez Seín, que se negó a su designación y motivó una denuncia del fiscal Gustavo Gimena.

Se trata de la primera “causa por delitos de lesa humanidad”, elevada a “juicio oral” por el juez Guillermo Molinari, en el que se encuentran acusados los Generales Jorge Rafael Videla, Luciano Benjamín Menéndez y Domingo Bussi; y los ex Comisarios santiagueños Musa Azar, Miguel Tomás Garbi y Ramiro López, entre otros.

De acuerdo a la instrucción, Kamenetzky, estudiante de abogacía, fue detenido el 9 de agosto de 1976, en su casa de avenida Roca al 1.100 y tras permanecer varios días en el Departamento Informaciones Policiales (D2), fue alojado en el Penal de Varones de Santiago del Estero.

El 7 de noviembre del mismo año, el joven fue muerto en un intento de fuga o copamiento a una dependencia policial, a la que había sido traslado junto a otro estudiante, Mario Alejandro Giribaldi, que también figura en la lista de desaparecidos.

Por la muerte de Kamenetzky, los Generales Videla, Bussi y Menéndez y los ex funcionarios policiales provinciales, fueron procesados por los presuntos delitos de "allanamiento ilegal de domicilio, privación ilegítima de la libertad agravada y homicidio calificado por alevosía con el concurso premeditado de dos o más personas".

martes, 23 de febrero de 2010

POR QUÉ NO DECLARO

Así es como debe presentarse un Oficial Jefe, no como muchos que agacharon la cabeza, y se dejaron arriar como ovejas.

Ante todo, voy a hacer una aclaración. En alguna parte leí en ocasión del último juicio que me hicieron, que yo digo siempre lo mismo. Es que mis acusadores vuelven sobre lo que pasó hace 30 años.

Por cierto que digo siempre lo mismo porque se trata de lo mismo. Hay otros que frente a lo mismo dicen cosas distintas, según los interlocutores, circunstancias y conveniencias del momento. Habituados a este modo de actuar, a mis acusadores les debe sorprender desagradablemente que yo siga pensando igual frente al mismo enemigo, a los mismos episodios que ellos produjeron y a los que ahora nos retrotraen.

Me niego a declarar porque estos juicios son inconstitucionales.

La Constitución Nacional señala en su artículo 18, que “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales o sacado de los jueces designados por la ley antes de los hechos de la causa”. La ley vigente cuando la subversión marxista inició el asalto armado a nuestra Patria, era la Nº 14.029 – Código de Justicia Militar. Tan vigente estaba, que han tenido que derogarla ahora, por ley del Congreso, para que, en el futuro, cesen sus efectos.

Esa ley designaba como mi juez natural al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. Por lo tanto, el tribunal que me juzga es incompetente.

Además, esa ley cumplimos y a ella nos ajustamos las fuerzas legales para enfrentar y vencer al terrorismo marxista, sin apartarnos de lo que ella y los reglamentos disponían y sin cometer delito alguno. Con esa ley, dice la Constitución Nacional, debe juzgarse nuestra actuación en la Guerra Contrarrevolucionaria.

Finalmente, por esa ley yo, como Comandante, soy el único responsable de la actuación de mis tropas. Por eso, a mis dignos subordinados de entonces no se les puede imputar nada, y menos, privarlos de su libertad como ilegalmente se ha hecho con muchos de ellos.

Pero no son estas las únicas transgresiones cometidas para llevar adelante estos juicios. Para hacerlo, ha sido preciso violar muchas normas jurídicas, que enumero a continuación sin pretender agotar la lista:

§ No se nos ha aplicado la ley más benigna.

§ Se nos han aplicado leyes retroactivas.

§ Se ha ignorado la norma de que si no hay ley, no hay crimen.

§ Se ha tergiversado el concepto internacional de delito de lesa humanidad, adjudicándonoslos, siendo que nunca atacamos a la población civil.

§ Se han violado las normas de prescriptibilidad de la ley.

§ Se nos ha negado el principio de legítima defensa a pesar de que actuamos en defensa no ya de individuos sino de la Nación, ante una agresión dirigida y abastecida desde el exterior.

§ No se ha aplicado el principio de cosa juzgada.

§ Se ha aplicado al revés el principio de la duda: en vez de usarlo en beneficio del acusado, se ha deducido su culpabilidad sin pruebas.

§ Se ha hecho prevalecer tratados internacionales por sobre la Constitución Nacional.

§ Se han anulado leyes y decretos haciendo cesar absolutamente sus efectos, no a partir del momento de su derogación, sino también retroactivamente.

Pero además de esas irregularidades, hoy se da una paradoja grotesca. Los terroristas marxistas que conducidos desde el extranjero asaltaron la República en las décadas del sesenta y setenta, porque no creían en nuestras instituciones democráticas y querían cambiarlas por grises organizaciones marxistas, ahora aprovechan, se refugian, y usan esas mismas instituciones democráticas que atacaron, para juzgarnos a quienes las defendimos. No hay más que ver los nombres y los antecedentes de los que nos acusan para corroborar su filiación ideológica.

Con el agravante de que su propósito sigue siendo el mismo: usurpar el poder para cambiar nuestro estilo de vida. Porque los terroristas, derrotados en el campo militar, abandonaron la lucha armada pero no la lucha política ni su objetivo. Y siguiendo el dicho de Lenin “la paz es la continuación de la guerra por otros métodos” desarrollaron desde 1980 en adelante, la táctica gramsciana de infiltrarse en todas las organizaciones del país, dominarlas y aprovecharlas para, amparándose en las normas democráticas, atacar la República desde adentro y destruir nuestra democracia Representativa, Republicana y Federal.

No quiero prestarme al juego de los terroristas que ayer ponían bombas y asesinaban a traición para transformar el país en comunista, y hoy pretenden ser y haber sido pacíficos ciudadanos democráticos y bajo esa máscara persisten en su oscuro objetivo.

El nuestro es el primer país en el mundo en que los compatriotas juzgan a sus soldados victoriosos, que lucharon y vencieron por y para ellos.

Es incomprensible que las Instituciones de la República, para defender las cuales luchamos, y que existen porque triunfamos nosotros, nos juzguen hoy para regocijo y peor, para facilitar el éxito de quienes quisieron y quieren destruirlas y reemplazarlas por su burdo remedo comunista.

Ya que no puedo oponerme a estas burlas a la Constitución Nacional, ni al proyecto de cambiar nuestro estilo de vida, al menos no quiero sumarme a ese doble crimen.

No declaro pues, como no lo he hecho ante nadie que no fuera mi juez natural, a fin de ceñirme al cumplimiento de la Constitución Nacional hoy permanentemente violada, y para no ser cómplice en facilitar a los marxistas el uso de los medios legales de la democracia para que nos lleven al abismo de la ilegalidad y la tiranía.

Por otra parte, estaría faltando a mi deber de soldado de la República si me sometiera voluntariamente a los trámites de una justicia que no es independiente.

Y respaldo este aserto con el reportaje al juez Díaz Gavier que el diario La Voz del Interior publicó el 27 de julio de 2008. En dicho reportaje, titulado “Probablemente, la Justicia se ajusta a los poderes de turno”, el periodista expresa: “Se sospecha que la Justicia se acomoda a los gobiernos de turno.” A lo que el juez responde: “¿Si la Justicia se ha ido ajustando a los poderes de turno? Diría que es probable que sí. Es posible que eso ocurra… existen jueces que son más sensibles al poder… no puedo negar, también en Córdoba, que ha habido algunas expresiones, no digo de sometimiento, pero sí de vinculación con el poder.” En seguida, el periodista pregunta: “¿El impulso y la presión pública que realizó Kirchner para acelerar los juicios por la comisión de delitos de lesa humanidad hizo que ciertas causas se aceleraran?” A lo que contesta el juez: “Creo que sí… la muy decidida toma de posición del gobierno del ex presidente Kirchner precipitó algunos acontecimientos y removió algunas actitudes personales de quienes no estaban y no están dispuestos a llevar este tipo de causas”. Pregunta de nuevo La Voz: “Sin la presión de Kirchner ¿Hubiera sido posible este juicio?” Y contesta Díaz: “Es difícil decirlo. Pero es indudable que no hubieran existido la celeridad y prontitud que hoy, de alguna manera, se les está imprimiendo a estas causas”.

En este orden de ideas, citaré también la editorial de la Voz del Interior del 27 de enero del 2009 titulada “Jueces con miedo e inseguridad jurídica” en la que el diario dice: “Se tornan harto difícil las afirmaciones de la presidente y de su esposo de que el país posee una justicia independiente. Hasta resulta una grosera irrisión. No pueden creer sinceramente que una justicia sometida al miedo pueda ser una justicia independiente”. “La reforma del Consejo de la Magistratura y la ley 25.990 de prescripción… son las piedras basales de un sistema jurídico y legal que garantiza no solo impunidad a quienes deben ser protegidos por intereses políticos, sino que también condiciona gravemente la libertad de acción de los jueces.”

Abundaré en las citas remitiéndome a una editorial del diario La Nación del 28 de enero de 2009 titulada “Cuando la Justicia tiene miedo”, que dice: “También es cierto que Casación ha sido objeto de duros cuestionamientos por parte del kirchnerismo, que acusó a algunos de sus miembros de demorar los juicios contra militares… Todo esto confirma, que tal como lo denunciara el Presidente de la Asociación de Magistrados, Ricardo Recondo, existen presiones del gobierno sobre los jueces.”

Seré pues víctima de esta inseguridad jurídica con que se burla a la República, se perturba la vida de los ciudadanos, y se abre el camino a la tiranía. Pero no seré un títere más de este teatro armado y manipulado por los guerrilleros de ayer.

Luciano B. Menéndez
General de División

viernes, 19 de febrero de 2010

Menéndez: “Nunca atacamos a la población civil”



El General Luciano Benjamín Menéndez nuevamente reivindicó el accionar militar en el contexto de la guerra contrarrevolucionaria que se vivió en Argentina en la década del 70.


A través de una teleconferencia, el ex Jefe del Tercer Cuerpo del Ejército se adjudicó la responsabilidad de la actuación de sus dignos subordinados y desconoció al Tribunal que lo juzga.

El General Menéndez, acompañado de su abogado Horacio Guerineau, afirmó “Se ha tergiversado el concepto internacional de delito de lesa humanidad, adjudicándonoslos, siendo que nunca atacamos a la población civil”.

“Como comandante, soy el único responsable de la actuación de mis tropas. Por eso, a mis dignos subordinados de entonces no se les puede imputar nada, y menos, privarlos de su libertad como ilegalmente se ha hecho con muchos de ellos”, señaló y luego agregó: “algunos de los cuales están aquí, presos”.

En el banquillo de los acusados lo escuchaban Antonio Domingo Bussi (ex Jefe de la V Brigada de Infantería del Ejército), Alberto Cattáneo (Segundo Comandante de la V Brigada), Mario Alberto Zimmermann (Coronel a cargo de la Jefatura de Policía), Roberto Albornoz (ex Jefe del Servicio de Información Confidencial de la Policía) y los hermanos Luis y Carlos De Cándido, ex Agentes Policiales.

“Me niego a declarar porque estos juicios son inconstitucionales. La ley vigente cuando la subversión marxista inició el asalto armado a nuestra Patria, era la Nº 14.029-Código de Justicia Militar. Tan vigente estaba, que han tenido que derogarla ahora, por ley del Congreso, para que, en el futuro, cesen sus efectos. Esa ley designaba como mi juez natural al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. Por lo tanto, el tribunal que me juzga es incompetente”, aseveró Menéndez.

Para concluir, mencionó algunos artículos de los diarios La Voz del Interior y La Nación en los que se habla de la presión del gobierno kirchnerista para acelerar las “causas” de los detenidos por causas políticas.

El militar retirado concluyó: “Seré pues víctima de esta inseguridad jurídica con que se burla a la República, se perturba la vida de los ciudadanos, y se abre el camino a la tiranía. Pero no seré un títere más de este teatro armado y manipulado por los guerrilleros de ayer”.

miércoles, 17 de febrero de 2010

La respuesta del General Menéndez a la Justicia kk tucumana

“A la ley nos ajustamos para enfrentar y vencer al terrorismo marxista, sin apartarnos de lo que ella o los reglamentos disponían, sin cometer delito alguno. Con esa ley dice la Constitución que debe juzgarse nuestra actuación en la guerra contrarevolucionaria”, afirmará el General Menéndez en su exposición.

Luego de la lectura de las imputaciones, hoy se les dará a los prisioneros de la tiranía K la posibilidad de dirigirse al tribunal integrado por Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y la santiagueña Josefina Curi.

Según informó el sitio “El Liberal”, tuvieron acceso a lo que el General Luciano Benjamín Menéndez les dirá a los magistrados encargados de “enjuiciarlo”.

El Militar se negará a declarar amparándose en un derecho inscripto en la Constitución. No obstante, dirigirá unas palabras aclaratorias a los magistrados y la “audiencia”.

“Me niego a declarar porque estos juicios son inconstitucionales”, señala el escrito del militar. “A la ley nos ajustamos para enfrentar y vencer al terrorismo marxista, sin apartarnos de lo que ella o los reglamentos disponían, sin cometer delito alguno. Con esa ley dice la Constitución que debe juzgarse nuestra actuación en la guerra contrarevolucionaria”, continúa la exposición.

“Por esa ley -agrega- yo como Comandante soy el único responsable de la actuación de mis tropas, por eso no se les puede imputar nada y menos privarlos de su libertad”.

El escrito concluye diciendo: “Seré pues víctima de esta inseguridad jurídica con que se burla a la República y se abre camino a la tiranía. Pero no seré un títere más de este teatro armado y manipulado por los guerrilleros de ayer”.

domingo, 14 de febrero de 2010

El General Menéndez fue dado de alta y el lunes lo trasladarán a Tucumán

Finalmente, los ejecutores de le venganza montonera tendrán su figura principal para continuar con el cirko que escenifican y que llaman pomposamente “juicio oral y público”.

El General Luciano Benjamín Menéndez fue dado de alta en el Hospital Militar de Córdoba y el lunes ya estará en condiciones de ser trasladado vía aérea a Tucumán, según el informe del médico Eduardo Gasparrini, del cuerpo médico forense de tribunales federales de Córdoba que recibió por fax el tribunal oral en lo criminal federal de Tucumán.

De esta manera, se confirma el inicio del “juicio” de la “megacausa ex Jefatura de Policía” para el próximo 16 de febrero.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Menéndez con el alta casi firmada

Un médico forense consideró que el ex Jefe del III Cuerpo del Ejército podría dejar el hospital este viernes y luego ser trasladado a Tucumán.

El General Luciano Benjamín Menéndez podría ser dado de alta el viernes. El dato se desprende del chequeo realizado ayer por un médico forense enviado por el poder judicial, a pedido del tribunal oral penal de Tucumán “con carácter de urgente”.

El profesional dijo que Menéndez estará en condiciones de ser trasladado, por tierra o aire a la capital tucumana donde la semana que viene debe presentarse ante la justicia kk.

El ex Jefe del III Cuerpo del Ejército fue internado el pasado jueves 4 en el Hospital Militar de Córdoba y se informó que sufría un cuadro de neumopatía aguda.

Según el informe médico, firmado por Carmen Carreras, el General Menéndez debía permanecer internado unos 25 o 30 días para superar su dolencia.

En ese contexto, ayer recibió la visita del médico forense Eduardo Gasparrini, quien dictaminó que el condenado a dos cadenas perpetuas estaría en condiciones de presentarse el martes 16 cuando comience el “juicio” en Tucumán.

“El informe dice que conforme al tratamiento y los medicamentos que se le están suministrando, el viernes 12 se evaluaría un alta hospitalaria”, dijo Mariano García Zavalía, secretario de derechos humanos del tribunal. “Menéndez debe completar esquema antibiótico parenteral hasta el viernes 12 de febrero y de no mediar complicaciones se planifica el alta hospitalaria según evolución neumonológica”, dice el escrito que ya recibió el juzgado tucumano.

Pasado mañana, el mismo médico forense evaluará el estado de Menéndez y deberá explicitar de qué manera se trasladará al imputado por la tiranía k hasta la ciudad de Tucumán, si por vía terrestre o por avión sanitario.

Después del informe de Gasparrini, el tribunal oral espera poder comenzar las audiencias en los plazos previstos, con la presencia del General de 82 años.

“Si el viernes nos informan que Menéndez no se recuperó, se analizará qué se hace con el juicio. Una de las posibilidades es excluirlo de este proceso y comenzar igual”, dijo García Zavalía.

martes, 9 de febrero de 2010

El General Menéndez está internado en Córdoba y se postergaría el “juicio” por la “causa jefatura”

El tof de Tucumán recibió una comunicación vía fax desde Córdoba donde consta que el ex Jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, General Luciano Benjamín Menéndez, está internado en el Hospital Militar de esa provincia por un cuadro de neumopatía aguda.

La ausencia de uno de los procesados, requisito ineludible para comenzar el “juicio” con la lectura de la acusación, motivaría la suspensión de la etapa oral de la “causa Jefatura de Policía”, previsto por la justicia montonera para el 16 de febrero.

“El proceso de internación demandará entre 25 y 30 días, hasta la recuperación completa, aunque supeditado a la evolución del mismo, siempre sujeta a eventuales imponderables”, explicó la jefa de la sección Neumonología del Hospital Militar de Córdoba, María del Carmen Carreras, en el escrito enviado al tof de Tucumán.

Desde el fuero judicial de Tucumán se informó que se realizará una “inspección personal” para lograr chequear el estado de salud del General Menéndez.

"Requiérase al Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de la Nación en la provincia de Córdoba, informe a éste Tribunal Oral -con carácter de urgente- si el imputado mencionado puede concurrir en calidad de tal a la audiencia de debate oral y público en estos autos a iniciarse el día 16 de febrero de 2010, debiendo tener presente que durante la estadía en esta provincia y durante el desarrollo del juicio estará alojado en un domicilio particular, cumpliendo la prisión preventiva bajo la modalidad de prisión domiciliaria", expresa el decreto firmado ayer por los jueces del tribunal oral.

Cabe recordar que un total de 150 “testigos calificados” serán convocados por el tribunal oral federal para brindar sus “testimonios” en megacausa contra los Generales Antonio Bussi y Luciano Benjamín Menéndez por la desaparición de 22 personas durante el Gobierno Militar. El 16 de febrero se leerá la acusación y el 18 comenzarán los “testimonios”. El expediente tiene 50 mil páginas y el “proceso oral” terminaría en junio.