miércoles, 1 de octubre de 2008

Con un abrazo de un camarada, compatriota y subalterno

Mi general:

Quiero hacerle saber que me siento orgulloso de haber pertenecido al Ejercito al cual usted perteneció y en el que tuvo el honor de conducir su Tercer Cuerpo de Ejercito.
Creo que sentimos igual 'este no es nuestro Ejército'.
Muchas veces me pregunto de donde salieron estos generales que hoy conducen esta caricatura que llaman hoy Ejército.
¿Habrán salido del MN de donde salimos nosotros?
¿A quienes habrán tenido de oficiales instructores?
¿Les habrán dado instrucción sobre el código de justicia militar, el honor militar, etc.?
¿Les habrán explicado la pena que cabe a un acto de traición?
Quiero que sepa que extraño a nuestro Ejército y a sus generales y muy especialmente a uno que cariñosamente y nunca sin un gran respeto le decíamos 'Cachorro'.
Lamento profundamente lo que le está pasando y lo acompaño en su dolor y en su seguro no entender a nuestros ciudadanos, civiles y militares, que aparentemente nacieron de un repollo y no se enteraron que nos pidieron por favor que nos hiciéramos cargo de la situación y disfrutaron calladamente de la paz que les brindamos con la sangre de nuestros camaradas.
¿Se acuerda de las tapas de la revista estrella roja del ERP que decían la sangre derramada no será negociada?
Este ejército entregó la de nuestros camaradas muertos, negoció con ella y la siguen bastardeando.
Estuve en el intento de copamiento del RIMTE 29, el 05 de octubre de 1975, en Formosa. Era subteniente con 21 años y nunca me voy a olvidar de mis soldaditos muertos que prácticamente tenían mi edad y los mataron sin darles la oportunidad de defenderse y del llanto en guaraní de sus madres en los velatorios.
Así les fue, murieron en el intento y muy bien muertos están, y con posterioridad pagaron las deudas que debían pagar.
Seguimos en guerra mi General, pero no es la que sabemos pelear nosotros, es la de los políticos, no la de los soldados.
Nosotros sabemos pelear aquella en la que se puede mirar al enemigo de frente y a los ojos, no la de las intrigas, traiciones, mentiras, etc.
Dijo un sabio una vez: 'El soldado es como Dios, cuando se lo necesita es venerado mas cuando no despreciado'.
Eso es lo que usted está viviendo con dignidad, orgullo y valentía, víctima de un pueblo sin memoria y de unos terroristas que no supieron ganar en el campo de batalla, que es donde nos desafiaron y fueron derrotados, y como cobardes ahora quieren ganarla en los estrados judiciales.
La guerra es la continuación de la política por otros medios y dentro de todo no es aceptable pero entendible la actitud del enemigo, lo que es inexplicable e inaceptable es la colaboración y persecución de los que en algún momento fueron subalternos suyos y hoy pertenecen a esta caricatura de ejército.
Mi General, se que nada de lo que yo pueda decirle va a aliviar su sacrificio, pero sepa que aquí tiene a un amigo, camarada y compatriota subalterno que lo admira y se siente orgulloso de usted.
Ruego a Dios, a su Hijo y a nuestra querida y Santísima Madre que lo consuele en su dolor y sufrimiento.

¡¡¡¡¡¡ Viva la Patria !!!!!

Un fuerte abrazo

Tcnl (RE) Roberto Miguel Oliver
Promoción 104

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